No existe mejor manera de crear(se) que ser fiel a unx mismo.
Este texto comienza con una pequeña queja. Y así es como me hice tantas preguntas en la cabeza, que vine aquí a desahogarme.
Una chica mencionó que el estampado leopardo pasaría de moda. Y alguien respondió molesta que odiaba esa idea, porque ya no lo podría usar.
¿Acaso está prohibido? Pensé. De ahí abundaron en mi mente bastantes preguntas sobre cómo el estilo personal ya no es tan propio, sino más bien parece un patrón para pertenecer.
¿Por qué no usarías algo que te gusta? Ahora existen moldes que nos hemos visto obligados a sentir que son nuestros. Y que no definen nuestro estilo personal. ¿En verdad te pertenece, o simplemente no quieres sentirte fuera?
Pero, ¿cómo sabemos realmente cómo construir nuestro propio estilo? O, mejor dicho, ¿cómo serle fiel a nuestro estilo propio? ¿Nos vestimos para ser? ¿O para pertenecer?
Fotografía: @laraadkins (instagram)
Pienso que el estilo personal se adapta a nuestra cotidianidad, experiencias y gustos. Se construye y se transforma. Lleva de la mano nuestras emociones, nuestra historia. Nuestra esencia. Puede ser protesta, arte, rebeldía, vulnerabilidad, fortaleza. O simplemente ser.
Y no piensen que intento decir que debes de conocerte por completo para vestirte, porque peco de pensar que vestirnos siempre tiene que ser un acto de reflexión, cuando a veces es solo rutina. Pero preguntarnos quiénes somos nos hacen descubrir más sobre nosotros mismos, y probablemente es un cuento de nunca acabar.
Fotografía: @elisalinaas (instagram)
Claro que existe una inspiración visual, e internet es parte de nuestra vida actual. Pero he pensado en cómo las tendencias nos generan una sensación rápida de gusto. Nuestros armarios parecen estar llenos, pero carecemos de creatividad para crear algo nuestro. Ahora el comprar, es solo sentir que estás adquiriendo algo, no existe una emoción genuina por esa blusa nueva que usarás pronto (o nunca).
No existen reglas, y te aseguro, que salir del aesthetic al que “perteneces” según un video de quince segundos, es una gran opción.
Escuché una frase que decía que el estilo propio es “una identidad tallada a mano” y creo que me encanta esa manera de describirlo. ¿Quién eres cuando no estás viendo las redes sociales? ¿Qué te inspira?
Nuestra identidad puede ser imperfecta. Pero real. Y esto va de la mano con otra pequeña queja que atormenta mis pensamientos últimamente. ¿En qué momento crecer nos ha prohibido la búsqueda de permitirnos ser? No es que quiera decir que las nuevas generaciones no busquen ser auténticas; tal vez crecer en este mundo que te castiga por buscar ser diferente no es de gran ayuda. Pero no puedo evitar sentirme un poco molesta al respecto. Creo que no solo hablo por mí cuando menciono que no existen propuestas propias cuando veo a algún adolescente en algún lado. El jugar con tus ideas, con tu peinado, con tus zapatos favoritos, y ese pantalón que te queda un poco grande nos hace ser exploradores, y eso nos hace ser creadores.
Me encanta cuando los niños pequeños llevan un outfit repleto de colores y accesorios que solo me hace asegurar que lo eligió por sí solo. Y aunque no te digo que salgas con una paleta de cuatro colores diferentes, creo que descubrir tu estilo va de la mano con sentirte ridículo al menos una vez. ¡Atrévete a sentir incomodidad de vez en cuando! Y sí, probablemente me hablo a mí misma mientras escribo esto. Pero eso nos hace descubrir nuestro estilo personal, nos recuerda nuestra esencia.
Fotografía: @francescabisceglia (instagram)
Al final del día, el estilo es una extensión sobre lo que somos. Incluso si eso va cambiando. Personalmente, que alguien refleje su esencia en su estilo al crear me parece lo más real que existe. Recordar es una forma de crear, y nuestra memoria por sí sola ya es auténtica.
Y tú, ¿reflejas tu esencia o tu ausencia?